El proceso para cultivar las semillas del piñón consiste en
remojarlas en agua cuatro días, al término de este tiempo se colocan en
charolas tapadas cubiertas con bolsas de papel remojadas.
En la actualidad se colocan las charolas en un lugar
caliente para que el calor ayude a germinar las semillas, rociándolas por la
mañana, medio día y finalmente por la tarde, así durante dos semanas hasta que
salga una raíz blanca de aproximadamente un centímetro y medio a dos
centímetros al final del proceso. Si es más larga la raíz tiene el riesgo de
poderse quebrar al ser sembrada.
Una vez sembrada se riega la planta cada tercer día, después
cada ocho días al cumplir un año cuidando su germinación y las cantidades de
agua, abonacion e irrigación pertinente.

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